lunes, 27 de mayo de 2019

Reflexiones sobre el artículo El uso de Blogs, wikis y redes sociales en la enseñanza de lenguas, de Juan Carlos Araujo Portugal

Lápiz, Notas, Masticado, Bola De Papel, Escribir



Todo aquel que haya dado clase en Turquía sabe que hay un curso en el que la motivación para estudiar español es nula o incluso peor: 8º. Esto se debe a que los alumnos pasarán a la escuela secundaria y para ello tienen que hacer un examen con el que, en base a los puntos que obtengan, podrán ir a un instituto o a otro, mejor o peor. Por esta razón los alumnos, (y los padres) se centran  únicamente en ese examen durante todo el curso, y todo lo que no entre en el mismo no tiene importancia. Obviamente, español no es una de las asignaturas que se evalúa en él y por esta razón muchos niños, (en muchos casos respaldados por sus padres), le quitan importancia a esta asignatura hasta el punto de que muchos centros deciden no impartir español ese año a cambio de usar más horas para otras asignaturas más “importantes.”

Durante este año, que no he trabajado, no he parado de pensar qué podría hacer el año que viene, cuando vuelva a incorporarme, para que el curso de español, que los niños tienen obligatoriamente, se volviese algo más ameno tanto para ellos como para mí, y de la misma manera he estado buscando cómo conseguir que los alumnos hagan sus deberes (los cuales son obligatorios enviar y hacer, generandonos muchos problemas) e intentar conseguir que no dejen español de lado.

Justamente muchas de las ideas que he ido pensando este tiempo las he visto reflejadas en el artículo El uso de blogs, wikis y redes sociales en la enseñanza de lenguas, de Juan Carlos Araujo Portugal, que hemos leido recientemente para el máster que estoy haciendo.

Para empezar, quiero decir que estoy de acuerdo en que nuestras clases necesitan una actualización. Son muchos los profesores que consideran que usan las nuevas tecnologías solo por abrir un PowerPoint en la clase o por usar el servicio digital que proponen los manuales. No obstante, yo creo que para llevar realmente las nuevas tecnologías a nuestras clases tenemos que hacer otro tipo de cosas. Sobre todo con adolescentes, como es el caso de esta entrada, los cuales “nos dan mil vueltas” en lo que a tecnología se refiere.

Creo que el autor da en el clavo cuando dice que el mayor problema que tenemos en el aula son los ejercicios de expresión escrita. Hacerlos en clase muchas veces consume mucho tiempo del que a veces no disponemos, porque, además, las clases son a veces muy cortas; mandarlos a casa como deberes es a veces un sin sentido porque no pueden o quieren hacerlos, aunque el momento de reflexión y revisión para realizar sus textos sería mucho mayor; además hacer este tipo de ejercicio de manera colaborativa está demostrado que da mucho mejor resultado porque los alumnos, al apoyarse unos a otros, son más conscientes de sus propios errores y no sienten la presión del profesor corrigiéndoles; asimismo la motivación que tienen los alumnos al saber que van a ser leídos por otros es mayor, y genera en ellos el reto de escribir mejor ya que quieren ser entendidos.

Teniendo en cuenta estas dificultades he reflexionado sobre las posibilidades que propone el autor, considerándolas como una posibilidad o no para esta clase en concreto:

Twitter, Facebook, Juntos, Intercambio De Información

Blogs

Ya llevaba un tiempo dándole vueltas a esta idea, de, por ejemplo, proponer a mis alumnos un tema en mi propio blog y que ellos tuviesen que escribir sus textos en forma de comentarios, o proponerles en clase el tema y que ellos tuviesen que generar una entrada en su propio blog, dependiendo de la longitud del texto. Esta idea cuenta con la ventaja de que los alumnos podrían trabajar con libertad en sus casas, sabiendo que los textos serán leídos públicamente lo cual puede proporcionarles una mayor motivación. Además ayudaría enormemente a los alumnos a ser más autónomos y a darse cuenta, como dice el autor, de que el aprendizaje puede darse en cualquier circunstancia y reflexionen más a menudo sobre el mismo.
He de reconocer que yo no había pensado en lo que el autor menciona como el principal problema de los blogs, la retroalimentación.

Obviamente no podemos corregir directamente todos sus comentarios, más allá de que la herramienta no lo permita, al ser un espacio tan público pueden sentirse atacados. La solución que se me ocurre, pero que implica mucho trabajo para nosotros como profesores es imprimir cada uno de esos mensajes para corregirlos. Ahora mismo se me ocurre que como actividad de corrección entre iguales podrían imprimirse todos los textos por separado y sin nombres, y entregarlos a diferentes alumnos para su corrección. Además, para hacerlo más lúdico, podemos darles a los alumnos los textos y que intenten adivinar a quién pertenecen. Parece que no tiene mucho sentido hacer esta actividad si los alumnos ya han leído los comentarios de sus compañeros, cierto es, pero en mi caso contamos con varios cursos, en concreto tres octavos, y podríamos entregar los textos de clases diferentes, porque además todos los alumnos se conocen entre ellos por haber coincidido en una y otra clase optativa.

Por mi parte otro problema que le veo a esta herramienta, y que el autor menciona apenas por encima, es que los alumnos pueden sentirse cohibidos a la hora de escribir este tipo de textos en un espacio público. Estaríamos llevando el típico miedo que produce la expresión oral, el miedo al error y a que los demás se rían de lo que estamos produciendo, incluso a cometer errores muy básicos, a la expresión escrita que siempre había sido algo más privado. Quizá en mi caso no sería la herramienta que usaría en un primer nivel o contacto con los escritos en línea, más bien la dejaría reservada para cuando los alumnos hayan tomado más contacto con este tipo de actividades.

Wikis

A estas alturas todos sabemos cómo funciona esta herramienta. Siendo esta colaborativa parece la opción ideal para que nuestros alumnos, de manera conjunta, escriban textos y se corrijan unos a otros desde la comodidad de su ordenador, evitando así uno de los principales problemas que mencionábamos más arriba que es la falta de tiempo en las aulas.
Como el autor menciona la idea de trabajar de forma colaborativa ayudaría mucho al aprendizaje de nuestros alumnos si conseguimos solventar las posibles dificultades que surjan, como que los alumnos entiendan el concepto de autoría colaborativa y pierdan el miedo a retocar lo de otros. Además, parece la herramienta ideal para controlar y corregir lo que nuestros alumnos han hecho, ya que nosotros también podemos colaborar con ellos, e incluso esto podría no ser necesario si los alumnos aprenden a corregirse mutuamente, de una manera más dinámica. A la hora de evaluarlas también nos ahorrarían muchos problemas ya que como el autor menciona podemos ver el resultado de todos los grupos en comparativa, ver la aportación de cada integrante del grupo, y ver la evolución que han ido llevando en la escritura.

Sin embargo, no consigo olvidar los inconvenientes que esta herramienta tiene, que para mí son más que las ventajas. Como ya he dicho muchas veces, creo que lo principal es que el profesor se sienta cómodo con lo que está llevando a clase, y yo no me siento así con las wikis.

Quizá me equivoque y si estáis leyendo esto me gustaría saber vuestra opinión, pero me parece que como pasa muchas veces, esta herramienta sería de aquellas que teóricamente son una maravilla y parecen ideales, pero que todavía no están lo suficientemente desarrolladas para que funcionen al 100% en el nivel educativo.

En mi experiencia trabajando con ellas siempre he tenido algún problema: no se ha guardado correctamente lo que uno de los participantes ha escrito; en muchas no puede haber trabajando dos participantes a la vez y esto hace que tengan que estar siempre coordinándose en tiempo; si falla la conexión corremos el riesgo de perder todo lo que se ha escrito; y al ser un texto común podemos estar corrigiendo estilo eternamente, porque a cada uno de nosotros nos gustan las cosas redactadas de una manera.

Vistos estos problemas creo que yo no podría llevar esta herramienta a mi aula. Aunque quizá en algún momento, en el que la competencia digital de mis alumnos esté mucho más desarrollada pueda animarme.

Redes sociales

Como el autor menciona, incluso con los adolescentes, las redes sociales son algo tan frecuente y cotidiano en la vida de nuestros alumnos que, según mi punto de vista, estamos perdiendo el tiempo si no los usamos. Creo que este ha sido el primer punto del artículo en el que he coincidido plenamente con lo que el autor propone. Me parece que esta es la herramienta con la que más se cumple la idea de que aprendemos en cualquier momento, es en la que más presente está ese aprendizaje invisible o ubicuo. Además, en el caso de los adolescentes contamos con una ventaja aún mayor: Qué alumno no querría decirle a sus padres “no papá, no estoy perdiendo el tiempo en Instagram estoy haciendo los deberes.” Tenemos aquí la excusa ideal para que nuestros alumnos quieran hacer los deberes. Asimismo, como los textos que se escriben en estas redes sociales son más bien cortos, los alumnos no sentirán ese miedo a ser leídos, porque la posibilidad de cometer errores se reduce enormemente.  Coincido además con el autor en que estas redes sociales, nunca mejor dicho, tejen esas redes entre alumnos, no solo los nuestros como pasaría con los blogs sino entre alumnos de diferentes colegios, ciudades e incluso países, si pudiésemos ponernos de acuerdo entre diferentes profesores para que nuestros alumnos entablen más relaciones.

Creo que en mi caso esta sería la herramienta ideal para empezar a perder el miedo a la escritura en línea y para empezar a motivar a nuestros alumnos poco a poco a escribir cada día un poco más.

Estudiante, Difícil, Leer, Creo Que, Conocimiento

Experiencia con Genially

¡Hola a todos!

Muchos de nosotros ya tenemos las vacaciones a la vuelta de la esquina, y con ello llegan nuestras peores pesadillas, publicar las notas, las fiestas de graduación, los informes del curso, y los peor:
¡Los deberes de verano! 

No sé si a vosotros os pasa, pero en mi centro mandar deberes de verano es obligatorio y para aquellos que no queremos hacer sufrir a nuestros alumnos buscar la manera más animada y amena posible puede convertirse en una pesadilla. Por suerte he encontrado una posible solución. La mayoría estamos de acuerdo en que para que un niño o adolescentes quiera hacer deberes hay que vendérselos muy, pero que muy, bien.


Este año en vez de los aburridos PowerPoint que he usado hasta el momento para presentar mis deberes voy a usar la aplicación Genially para hacerlo de una manera más interactiva. Esta presentación en concreto está destinada a mis alumnos de 6º curso, que tendrán hacer o un vídeo o si prefieren una presentación de PowerPoint o de Genially describiéndose a sí mismos y su entorno más cercano, usando todos los temas que se han aprendido durante el curso, correspondientes a un nivel A1.










¿Cómo ha sido usar la aplicación? 

En un principio ha sido bastante fácil. Si has usado otras opciones como PowerPoint es bastante parecido, pero las opciones que presenta Genially son muchas más.

En mi caso empecé seleccionando una plantilla y usando todas las posibilidades que aparecían con ella. A continuación, fui jugando con las opciones que da la aplicación para introducir fotografías de pixabay o de nuestro propio ordenador. Después empecé a trastear con las opciones de animación que ofrece. He de decir que este aspecto cuesta un poco más que PowerPoint, en el que tú numeras el orden en que quieres que las imágenes aparezcan, aquí, sin embargo, tienes que introducir los segundos que quieres que tarden en aparecer y se hace un poco más complicado, aunque cogiéndole la práctica el resultado es bastante mejor. Por último, cuando ya pensé que lo tenía todo hecho, descubrí el botón para hacer la presentación interactiva y no me pude resistir. Otra vez desde la primera página empecé a introducir botones para avanzar la presentación, para volver al índice, yendo de una página a la otra o introducir botones con información adicional ya sea en forma de ventana o de pequeñas etiquetas que no aparezcan desde el principio sino cuando el alumno quiera pinchar en ellas.

Ventajas que le veo a la aplicación tengo muchas. Quiero destacar que las opciones a la hora de “animar” nuestra presentación son mucho mayores, y esto en mi caso particular con niños y adolescentes es muy necesario. Además, algo que también me beneficia es que al poder compartirla a través de un enlace puedo enviársela a los padres a través de la página que tiene el colegio, y entonces los padres pueden, no solo abrirla y controlar también qué tiene que hacer su hijo, sino que además puede ver también un modelo para hacerlo, ahorrándonos así el comentario de “no sé que tenía que hacer y por eso no le obligué.”

Desventajas, las que tiene cualquier elemento electrónico. Me costó un poco hacerme a los múltiples recursos que tiene y tardas mucho en decidirte entre todas las opciones que te ofrece. Además, al estar trabajando sobre internet, cualquier fallo en la red impide que sigas trabajando, y como aquí de eso tenemos mucho se me ha hecho un poco más largo de lo que sería un PowerPoint.


Presentación heca con https://www.genial.ly/ (imágenes propias o proporcionadas por la aplicación)

sábado, 4 de mayo de 2019

Qué me aportan las Nuevas Tecnologías a mi clase de español.


Es innegable que las nuevas tecnologías (ya no tan nuevas en algunos casos) han hecho grandes aportaciones no solo en las aulas, (en general), y en las aulas de lenguas, (en particular), sino en la vida cotidiana. En la actualidad todo el mundo usa las tecnologías, en mayor o menor medida, desde para hacer nuestros propios muros en YouTube o Blogs, hasta para tomar notas y hacer la lista de la compra.

En el caso concreto de las aulas de lenguas extranjeras las innovaciones y ayudas que implican son innumerables. Para empezar, la que para mi es la más importante, es que desde la llegada a las aulas de las nuevas tecnologías el alumno puede ser mucho más partícipe de su aprendizaje y también le aportan una mayor autonomía, algo impensable años atrás. Desde el punto de vista del alumno, este puede buscar información; prepararse las clases de antemano buscando vídeos en YouTube o infografías en la red; puede practicar lo que está aprendiendo usando aplicaciones especializadas en el aprendizaje de lenguas; e incluso pueden comunicarse (practicando para ello con la lengua meta) tanto con personas nativas como con alumnos de esta misma lengua de diferentes partes del mundo. Todo esto sin necesidad de haber entrado todavía al aula como espacio físico. En mi caso particular, he podido ver como mis alumnos adolescentes, se implicaban más, cuando descubrían que, por ejemplo, ellos mismos podían acceder y realizar sus propios Kahoot, en seguida empezaron a crearse cuentas y a preparar ellos mismos los test de cada unidad.

Para nosotros como profesores, internet se ha proclamado como una fuente de información mucho más valiosa que incluso muchos manuales. Tenemos miles de opciones para buscar actividades, infografías, explicaciones, exámenes, test… los recursos son inagotables, si sabemos dónde buscar: blogs de otros profesores, redes sociales con grupos de profesores de ELE compartiendo sus recursos, tableros de Pinterest en el que colgamos nuestras actividades e infografías favoritas… Y otra vez más, no hemos entrado al aula todavía.

Hablemos de las clases propiamente dichas. Dentro del aula, las posibilidades son muchísimo más numerosas que hace unos años. Podemos evaluar a nuestros alumnos usando sus teléfonos, quitándole así a la evaluación el estrés que conlleva siempre. Las actividades que planeamos pueden ser muchísimo más interactivas. Una de las mayores ventajas que he podido apreciar se la debo al teléfono móvil y a la posibilidad de grabar tanto audios como vídeos, estoy ahora hablando de aquellos alumnos que tienen más problemas a la hora de participar en clase, ahora pueden grabar sus actividades de expresión oral y perder así el miedo poco a poco, además, al quedar grabadas, el alumno puede ver su propio avance. Las clases con niños y adolescentes se han hecho ahora mucho más controlables gracias a juegos grupales como ClassDojo o Classcraft.

Por último, tenemos que hablar de las posibilidades que tenemos después del aula. Los deberes ya no tienen por qué ser fotocopias de ejercicios interminables. Gracias a las redes sociales y a los grupos que podamos generar con nuestros alumnos en estas aplicaciones podemos pedirles ejercicios mucho más comunicativos. Pocas personas querrán hoy por hoy hacer una composición sobre lo que han comido esta semana, sin embargo, publicar en Instagram las fotos de su dieta y comentarlas en español ya es otra cosa. Podemos estar mucho más implicados con nuestros alumnos, y ellos con nosotros, sí les ofrecemos la posibilidad de no compartir únicamente el espacio del aula. Además, se han terminado las dudas que surgen fuera del aula y quedan por ello sin respuesta, ya que gracias a sistemas de mensajería como Whatsapp nuestros alumnos pueden estar conectados entre ellos e incluso con nosotros y resolver así sus dudas en el mismo momento en el que surjan.

En definitiva, las nuevas tecnologías han llegado para hacernos la vida más fácil, tanto fuera como dentro del aula, e incluso, gracias a su gran capacidad de renovación e innovación las clases dejan ya de ser la misma cosa monótona año tras año.